LOS COLORES NO EXISTEN
Los colores no existen como tales, tan solo son una forma de interpretar la realidad que los seres humanos nos hemos visto obligados a desarrollar. De esta forma, a lo largo de la historia, los seres humanos hemos ido "inventando" colores o, mas bien, asociando sensaciones con nombres para facilitar la comunicación entre nosotros. El origen de los colores es cada cual mas raro y extravagante. Por ejemplo, el amarillo y sus tonalidades fué determinado por médicos medievales a través de la orina, el carmesí de un insecto y el púrpura de un cefalópodo fenicio.
Por tanto, como dice el texto, "para cada persona de culturas diferentes, cada color representará una realidad distinta". Según esta afirmación, que personalmente me parece muy acertada, cuando un Español piensa en verde, no lo hace en el mismo tono que lo haría un Polaco en su misma circunstancia, por ejemplo.
A lo largo del texto se define al color de muchas maneras distintas, cada cual depende de la forma de interpretar la realidad de su autor. Yo me quedo con la definición de J. C. Sanz "El color es una sensación incomunicable" si para cada ser humano, un color representa una realidad personal, es imposible catalogarlos o tratar de definirlos.
Con el tratado de Chevreuil, en 1864, se trató de estudiar, ordenar, y clasificar los colores en una guía cromática. Hoy en día, con el desarrollo de la tecnología, se han catalogado 14.000 tonalidades distintas, la mayoría imperceptibles para el ojo humano.
Por tanto, como conclusión, podemos decir que la realidad del color, por mucho que la estudiemos y nos aproximemos a ella, siempre va a escapar del ojo y del cerebro humano. Es una realidad inalcanzable, una percepción tan personal y subjetiva, que es imposible encontrarle una definición racional.
Lo cierto es que el tema del color es fascinante y ofrece multitud de aspectos sobre los que investigar. Has destacado algunas de las ideas del texto de Azúa. Espero que te haya resultado de interés.
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